¡El James Webb abre los ojos!

The most powerful space telescope” (El telescopio espacial más potente del mundo): así nos presentaba ayer la NASA las primeras imágenes obtenidas con el telescopio espacial James Webb, en colaboración con las agencias espaciales europea (ESA) y canadiense (CSA). Con el eslogan de #UnfoldTheUniverse, el James Webb pretende recoger la luz de las primeras galaxias que se formaron en el universo además de sacar a la luz aquellos posibles candidatos a planetas que se encuentran orbitando otras estrellas, con la posibilidad de albergar vida, y de explicar los complejos procesos asociados al nacimiento de estrellas escondidas tras grandes nubes de polvo.

Después de poner fecha a su primera luz (12 de julio de 2022), la NASA ha compartido con el mundo las primeras imágenes tomadas por este telescopio con los instrumentos NIRCam y MIRI, ambos operando en el infrarrojo (cercano y medio, respectivamente) y, como una imagen vale más que mil palabras, os dejamos que disfrutéis de ellas.

SMACS 0723: Esta es la primera imagen publicada por el James Webb. En pantalla tenemos la imagen infrarroja más profunda y nítida de una zona profunda del universo. Esta fue elaborada en tiempo récord, comparado con el tiempo necesitado por el telescopio Hubble para observar la misma región. Se trata de un cúmulo de galaxias muy antiguas, algunas de las cuales nunca antes se habían apreciado. Observando con detalle la foto, se puede ver que algunas galaxias aparecen dobladas,  ¿por qué? La respuesta se encuentra en que SMACS 0723 actúa como una lente gravitacional, doblando los rayos de luz emitidos por las galaxias más distantes situadas tras este cúmulo, dando lugar al fenómeno que vemos en la fotografía.

WASP-96 b: Para la búsqueda de vida fuera del planeta Tierra, sabemos que es imprescindible dar con la triple huella (triple signature): Agua, Ozono (Oxígeno) y Dióxido de carbono. El hecho de encontrar una de estas tres señales por separado no implica vida per se, pero sienta las bases de un posible nicho para la existencia de vida. Filtrando la luz de la estrella con la atmósfera de un planeta que la orbite, dispersamos la luz original en un arcoiris. Estudiando este espectro resultante, podemos encontrar dichas huellas en forma de líneas atómicas o moleculares, particularmente en el rango infrarrojo. Este es el caso del planeta tipo júpiter caliente WASP-96 b, cuyo espectro se muestra aquí y que ha sido obtenido por dicho método gracias al esfuerzo común de los equipos de la NASA, ESA, CSA y STScl. En este espectro se diferencian claramente cuatro picos correspondientes al agua, imprescindible para la existencia de vida.

NGC 3132: Esta asombrosa imagen, nos muestra la nebulosa planetaria del Anillo del Sur, tanto sus capas exteriores como su singular centro donde un par de estrellas muestran la versión más extrema de la famosa frase “hasta que la muerte nos separe”. En este sistema binario ambas estrellas se encuentran ligadas por la fuerza gravitatoria y, mientras que una es joven y brillante, la otra se está muriendo. Lo excepcional de esta imagen es que, por primera vez en infrarrojo y gracias al James Webb, podemos apreciar con gran detalle las características de las capas de polvo y gas que expulsan al medio este tipo de estrellas moribundas.

Quinteto de Stephan: Esta imagen mostrada por el James Webb corresponde al quinteto de Stephan, formado por cinco galaxias en interacción, con la galaxia de la izquierda estando en realidad mucho más cerca de nosotros que el resto del grupo. Estas galaxias están ¡en proceso de colisión! Tirando y estirándose simultáneamente. El James Webb permitirá conocer mejor este tipo de procesos y la evolución de las galaxias que los sufren. Este mosaico es la mayor imagen del Webb hasta la fecha, cubriendo un área del cielo de 1/5 del diámetro de la luna vista desde la Tierra y compuesta por más de 1000 archivos de imágenes.

Nebulosa de Carina: Detrás de la cortina de polvo y gas de estos ‘‘Acantilados Cósmicos’’ se encuentra una gigantesca región de formación de estrellas que está en nuestra propia galaxia. Gracias a la visión infrarroja del JWST, es posible observar regiones de la nebulosa que antes eran invisibles y se nos ofrece una visión de las estrellas en sus primeras y ‘‘rápidas’’ etapas de formación.  ¡El nacimiento de una estrella puede durar 500 años!

En tan solo 120 horas, el telescopio James Webb ya ha hecho increibles aportaciones a las bases científicas de distintas ramas de la astronomía con sus espectaculares imágenes; así, ahora nosotros nos preguntamos, si estas han sido solo sus primeras imágenes, ¿qué queda por venir?